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Descubrimiento de un camino que podría ser la vía romana marítima

La Unión Vascongada – 1897-10-09

Historia y bellas artes
Arqueología Vasco-romana

De conformidad con lo acordado en la última junta de la Comisión de Monumentos históricos y artísticos de Guipúzcoa, anteayer jueves, por la tarde, efectuamos el vicepresidente Sr. Martínez Añíbarro, el vocal señor marqués de Seoane y el firmante, el primer reconocimiento oficial arqueológico del antiquísimo camino que en línea recta y por puntos verdaderamente estratégicos, se dirige desde el fondo de la ensenada de Ancho, y siguiendo al pie del fuerte de San Marcos, a Oyarzun.

Este camino, que en algunos puntos se halla perfectamente visible, y en otros sitios ha sido destruido o desaparece bajo la maleza y la tierra acumulada por el transcurso de los siglos, habiendo necesidad de cavar para ponerlo al descubierto; presenta todas las condiciones (en los puntos bien conservados) de las famosas vías militares romanas de montañas (Stratas).

Desde hace meses, dicha vía de comunicación ha venido siendo muy estudiada topográfica y efectivamente por varios vocales de la Comisión de Monumentos de Guipúzcoa, habiendo sido también consultadas ilustres personalidades de la Real Academia de la Historia.

Se sacaron fotografías, se levantó un plano provisional y se reunieron interesantes datos conviniéndose en volver de nuevo para completar las vistas y proseguir las mediciones, inspección y estudios por aquellos estratégicos altos, hasta Oyarzun y el Bidasoa.

Otro día daremos más detalles, pero de antemano decimos que, si dicho camino militar, hoy completamente ignorado por el pueblo y desconocido hasta por los oficiales del ejército, resultara ser la famosa “vía marítima de Agrippa”, cuya existencia anunció y probó ante la Real Academia de la Historia el ilustre general señor Arreche, la importancia del descubrimiento es fácil de comprender.

Dicha vía iba desde Irún a Oyarzun, con ramal auxiliar por el Jaizquíbel a Ancho, Alza, Oriamendi y la sierra de Igueldo Orio, siguiendo luego toda la costa por Guetaria y Motrico hasta Asturias.

Motivos de delicadeza, por la participación que he tenido desde hace tiempo en este descubrimiento arqueológico en unión de mis estimados amigos y compañeros los señores Añíbarro y marqués de Seoane, me impiden por hoy dar más detalles, pero confío poderlo hacer pronto.

Terminados los reconocimientos topográficos se escribirá un informe que, con acompañamiento de fotografías, planos, etc., será remitido a la Real Academia de la Historia y publicado en la revista Euskal Erria.

S.