Altza XIX. mendeko kroniketan

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Militarren maniobrak

El Guipuzcoano – 1890-10-31

LAS MANIOBRAS MILITARES EN EL JAIZQUÍBEL

Confirmando cuantas noticias hemos venido publicando sobre las maniobras militares en el Jaizquíbel, hoy podemos comunicar a nuestros lectores algunos detalles que seguramente serán leídos con satisfacción.

El dignísimo e ilustrado general de brigada, excelentísimo señor don Mariano Fernández de Henestrosa, jefe de la fuerza acantonada en Guipúzcoa, ha estudiado detenidamente el terreno de las operaciones, y gracias a sus trabajos preparatorios y al brillante estado de las fuerzas de su mando, las maniobras militares que tendrán lugar en el Jaizquíbel, prometen ser dignas de atención.

Como dijimos, si el tiempo mejorase, el lunes 3 de Noviembre, de madrugada, saldrán las tropas acuarteladas en San Sebastián e Irún para ocupar los acantonamientos que les han sido designados.

Los regimientos de Valencia y África irán con sus médicos y capellanes, músicas y banderas, llevando botiquines y material de ambulancias.

También irá una sección de Administración Militar.

La oficialidad y la tropa vestirán de uniforme de campaña y los soldados llevarán todos sus pertrechos da guerra y la manta.

La brigada hará alto en Rentería, donde será pasada en revista por el señor gobernador militar de Guipúzcoa.

Acto seguido tendrá lugar la división de las fuerzas, marchando el primer batallón y una compañía del segundo del regimiento de África número 7, más otra del segundo también que bajará probablemente del fuerte de San Marcos a Irún.

Desde Irún se dirigirán a Fuenterrabía, donde se alojarán, quedando en la primera de estas dos poblaciones la fuerza que allá existe.

Mandan dichas fuerzas sus dignos jefes el coronel señor Sánchez de Molina, teniente coronel señor Barrero y comandante señor Quintana.

El regimiento de Valencia num. 23, con su digno coronel señor Llana, se dirigirá a Lezo.

En esta Universidad se acantonará el primer batallón con el teniente coronel señor Díez y comandante señor Motta.

El segundo, con el teniente coronel señor Guerrero y comandante señor Gándara, irá por la carretera del Jaizquíbel a Pasajes de San Juan.

Por razones fáciles de comprender, tenemos que abstenernos de comunicar todos los detalles que conocemos, pero sí podemos decir que las maniobras durarán cinco días.

Todas las mañanas, muy de madrugada, se tocará diana y los regimientos emprenderán la ascensión del Jaizquíbel al despuntar el alba, durando la ascensión dos horas a los puntos que les serán señalados convenientemente, en las praderas que se extienden hacia el mar.

El primero y segundo día las compañías maniobrarán separadamente haciendo ejercicios elementales de guerrilla y de combate en montañas.

El tercero y cuarto, ejercicios de batalla, y el quinto, ejercicios de brigada contra un enemigo imaginario.

El regreso a sus acantonamientos se efectuará todos los días a las dos de la tarde, y para habituar a las tropas a las inclemencias del tiempo, es posible que cada batallón vivaquee una noche al aire libre en el Jaizquíbel, dando el primer el ejemplo el digno general Henestrosa.

Las fuerzas expedicionarias componen un contingente de unos 4.500 hombres

A los soldados se les enseñará a abrir trincheras, abrigos para cuatro hombres y zanjas-trincheras alemanas, las cuales deberán estar terminadas en media hora.

Otro tanto se hará respecto a los pozos de tirador y trincheras ordinarias.

La compañía de ingenieros dedicada en las obras del fuerte de Nuestra Señora de Guadalupe en Fuenterrabía, y la compañía de artillería que guarnecen los castillos de la Motta y San Marcos, tomarán igualmente parte en las operaciones.

Se han dado las órdenes para que los fuertes de San Marcos y Choritoquieta en combinación con las tropas del Jaizquíbel, hagan ejercicios de artillería.

Para dar animación a los acantonamientos es probable que las músicas toquen, si lo permite el tiempo, todos los días, en Fuenterrabía y Lezo.

El último día, después de la gran batalla, se celebrará una misa de campaña en las praderas cercanas del fuerte de Nuestra Señora de Guadalupe, y habrá luego un rancho extraordinario para las tropas.

Si hace buen tiempo, el acto promete ser muy solemne y magnífico, siendo en gran número las familias de la buena sociedad de San Sebastián, Irún, San Juan de Luz y Biarritz, que asistirán al acto.

No podemos, por los motivos ya indicados, dar más detalles hoy, pero prometemos tener al corriente de todo a nuestros apreciables lectores, con la debida reserva y prudencia que exigen estas maniobras militares.

Dícese que fuerzas de carabineros, miqueletes y caballería de Arlabán impedirán que los curiosos traspasen las zonas militares que se señalarán diariamente, y únicamente a los representantes de la prensa acreditados cerca del cuartel general les será permitido recorrer la línea y asistir a los ejercicios y maniobras.

Anoche se nos dijo que los salvoconductos serán expedidos por el dignísimo general-jefe de la brigada, Excmo. Sr. D. Mariano Fernández de Henestrosa, y que si bien podían asistir periodistas españoles, de ninguna manera los extranjeros, a no ser que traigan permiso en regla del señor ministro de la Guerra.

Por lo que valgan, consignamos estos rumores a título de curiosidad.