Altza en la prensa del sigloXIX

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Propuesta para la creación de vías de comunicación entre San Sebastián y Ancho

El Urumea – 1880-11-05

Pasajes

Hora es ya de que el vecindario de San Sebastián y las corporaciones que representan los intereses permanentes de la ciudad, empiecen a fijar sus miradas con mas atención que hasta el día, en el nuevo puerto que a dos pasos de nuestra casa está en vísperas de entrar en pleno periodo de explotación.

Hubo un tiempo en que la prensa de San Sebastián debatió extensamente, y por espacio de largos años, las múltiples cuestiones que se relacionaban con la rehabilitación del puerto de Pasajes; los que se relacionan van sobre todo con los intereses del comercio y de la población de San Sebastián, estrechamente ligados al porvenir del nuevo puerto. La luz se hizo, merced a aquellos trabajos; rancias preocupaciones empeñadas en mantener una rivalidad soñada donde existía por el contrario comunidad perfecta de intereses, se desvanecieron ante la discusión razonada; el comercio y el capital de la ciudad en su inmensa mayoría comprendió que no iba a crearse en Pasajes un rival sino “complemento” necesario, “una extensión de la ciudad misma” y los capitales de la ciudad accedieron a asegurar el éxito de esa obra que será en lo porvenir una de las que más honran a Guipúzcoa.

Aquellos trabajos, antiguos ya, de la prensa donostiarra, parecen sin embargo haberse dado al olvido; o parece a lo menos haberse perdido el recuerdo de los deberes que la apertura del puerto de Pasajes imponía a esta ciudad para que la comunidad de intereses entre ella y el nuevo puerto fuera en su día una realidad positiva.

Pertenecía en aquellos tiempos el puerto de Pasajes a la jurisdicción de esta ciudad, o pertenecía a lo menos a su jurisdicción la zona en que se había trazado el nuevo puerto, sus muelles, sus almacenes las factorías en que el movimiento del nuevo puerto se había de encerrar. Los que impulsaron aquellos trabajos de propaganda entendieron entonces que no era un ensanche de Pasajes lo que se iba a llevar a cabo, sino “un ensanche de San Sebastián” en una zona marítima que era entonces suya; y dada la facilidad y rapidez de las comunicación que entre el casco de la ciudad y aquel extremo de su jurisdicción habían de establecerse, consideraban al centro comercial que iba a crearse desde Ancho a Herrera como una barriada más de San Sebastián.

El primer olvido de los deberes a que hemos aludido mas arriba, lo cometió el municipio de San Sebastián al consentir hace muy pocos años la emancipación del barrio de Alza, que ha dado de resultado el que cambien de jurisdicción y vecindad las obras del puerto de Pasajes y la población que en ellos habita: la riqueza urbana que sobre esas obras se ha creado y la que ha de seguir creándose no pertenece ya a San Sebastián, sino a Alza; la población que en ese barrio marítimo habita y la que ha de seguir afluyendo a él no son ya ciudadanos de la capital de Guipúzcoa, sino vecinos de Alza…

Y no insistimos más sobre esto porque no se tome a recriminación acerba lo que sólo presentamos como ejemplo… para evitar que se incurra en otros olvidos mayores.

Cualquiera que haya visitado en esos días la explanada que fue fangal de Ancho, habrá podido observar la transformación para muchos inesperada que allí se ha realizado en el espacio de pocos meses.

Apenas terminado el muelle de 300 metros de longitud que hace frente a la bahía, la construcción de almacenes y viviendas se extiende con rapidez de uno a otro extremo y abarca ya por uno de lo frentes la casi totalidad de los 300 metros: se trazan nuevos edificios, se habilitan nuevos solares, se hace la traída de aguas, y todo es movimiento en aquel reducido espacio, y preparativos para un espacio mayor.

Y nada de eso se hace al azar todo se hace poniendo al pie sobre terreno firme. Si el tráfico del país se arrastra lánguido, los extranjeros nos traen al país su vigorosa iniciativa. Todos los almacenes que en Pasajes se han construido están arrendados antes de construirse, y a largo plazo, aunque no tan largo como los arrendatarios lo quisieran. Cinco casas de Burdeos han tomado ya asiento firme en el nuevo puerto para hacer en él la preparación de vinos y su exportación al extranjero y América, y otra casas francesas y españolas esperan para hacerlo a que haya lugar y almacenes en que poderse instalar. El movimiento de vinos, que en el año corriente se ascenderá por Irún a cien mil toneladas, es ya un movimiento adquirido para el puerto de Pasajes, en una escala que no es posible prever; pero adquirido.

Aun sin contar con ese movimiento que a último periodo de este año no ha hecho más que iniciarse y cuyo desarrollo se prepara para el año entrante, el puerto de Pasajes igualará en el año 1880 en tonelaje, si no supera, al puerto de San Sebastián.

Los ingresos líquidos por productos del puerto que alcanzaron en 1879 a 53.000 pesetas alcanzaran en el año 1880, a juzgar por el ingreso realizado por los diez primeros meses, a 130.000 pesetas, o sea dos y media veces más que el año anterior. El año 81 ha de superar indudablemente al 80, porque entonces entrará la explotación en su plenitud.

Y no citamos otras citas y otras consideraciones porque bastan los expuestos para nuestro objeto, que se reduce por hoy a lo siguiente.

— El puerto de Pasajes no es ya un problema, o si lo es, es un problema… resuelto. Es uno de esos hechos con los cuales “hay que contar” y la población de San Sebastián tiene que contar con él y pensar seriamente en que si no está ya, dentro de su jurisdicción, está a sus puertas. La población afluye a ese centro comercial naciente: las casas francesas que necesitan para sus faenas y para sus escritorios un personal numeroso, piden a la sociedad del puerto que les construya viviendas para esa población: No las pedirían si entre ese centro y la ciudad de San Sebastián hubieran medios de comunicación rápidos y frecuentes. Aquí donde tan grata es la vida, fijarían sus escritorios y su residencia si pudiera trasladarse a Ancho en 5 minutos, como lo hacen de Valudate a los muelles de Becalan; y resultaría lo que debe resultar si el municipio y los cuantiosos capitales empeñados aquí en la riqueza toma una inteligente iniciativa: que la importancia mercantil de la plaza de San Sebastián crecerá con todo lo que añada el tráfico de Pasajes, y que aumentando el número de residentes, San Sebastián será “en realidad” la población del nuevo puerto de Pasajes.

La primera necesidad que se impone pues a nuestra ciudad en relación con el nuevo puerto es éste: “Comunicaciones rápidas, regulares y económicas entre la ciudad y su antigua jurisdicción de Ancho”.

Excitamos a que la estudien y resuelvan los llamados a estudiarla y resolverla.